
De la
primera cartilla de ahorros en papel saltamos a las cuentas de la banca online.
De las cajas de ahorros locales, como Caixa Carlet, con voluntad de contribuir
al beneficio de la gente de su pueblo, hemos pasado a los bancos. Su objetivo
es obtener un balance de beneficios positivo al terminar el ejercicio. Es el
caso de Bankia. Caixa Carlet pasó a ser Bancaixa, que después fue Bankia. Las cuentas
de los usuarios migraron de una marca a otra. Cambió el nombre, las cuentas se asociaron
a otras nuevas, y también los logotipos pasaron a ser diferentes. Pero hay una
cosa más importante que también ha cambiado: la opinión que el usuario tiene
del banco. El sindicato agrícola y caja de ahorros y préstamos de Carlet, Caixa
Carlet, nació en 1909 y, como otras entidades locales de ahorro, tuvo en su creación
una voluntad social.
Carlet es
una población valenciana que actualmente tiene unos 15.000 habitantes, en la
ribera del río Xúquer, y que ha tenido en la agricultura su gran motor económico.
Sin embargo, la agricultura era un sector económico inestable, con años de buena
cosecha y otros en los que el campo era castigado por el clima. Por eso, el ahorro
ayudaba a capear el temporal en los malos tiempos. Además de servir de "depósito"
de dinero, llevó a cabo actividades de tipo social relacionadas con su carácter
agrícola: una almazara para aceite, una trilladora comunitaria, el primer pozo
de agua para regadío,... La Caixa Carlet estaba detrás incluso de la construcción
del colegio Juan Vicente Mora, en honor a su fundador. En este centro, conocido
popularmente como el "Parque", estudió el exministro Bernat Sória, oriundo
de esta población.
Parte de
los beneficios de estas entidades locales iban destinados a mejorar la vida de
sus vecinos: un hogar para los jubilados, un conservatorio de música... Sin
embargo, las cajas de ahorro más pequeñas pasaban por una difícil situación,
como advirtió el propio Banco de España. En 2001, Bancaixa absorbe Caixa
Carlet. Era entonces la caja de ahorros más pequeña de España. Años antes ya se
habían fusionado en la gran caja valenciana otras entidades, como las cajas de
Alzira, Villarreal, Alberic, Xàtiva o Gandia, en los años '40, o Segorbe y Catellón
a finales de los '80. Bancaixa llegó a ser el sexto grupo financiero español, aunque
seguía siendo una entidad de crédito de carácter benéfico y social. El crecimiento
de la entidad fue notable, ligado al boom del ladrillo. Sin embargo, llegó el momento
de la reestructuración bancaria, y finalmente sus dirigentes optaron que la mejor
compañera de fusión para Bancaixa era Caja Madrid.
Bankia fue
el nombre elegido para la nueva entidad, que salió a bolsa en 2010. Por tanto,
la cartilla de Caixa Carlet, que había "migrado" a Bancaixa, repitió
el cambio unos 9 años después. Han cambiado los colores de la libreta, pero no
los de la fachada de la sucursal. El banco se ha ganado una mala reputación, y
no es momento de apostar por una mayor visibilidad. Esta misma semana su exdirector,
Rodrigo Rato, se sentaba en el banquillo, en la Audiencia Nacional, imputado
por presunto delito de estafa. Tras los rescates bancarios, los escándalos de preferentes,
las manifestaciones en contra de la gestión bancaria... es el primer exdirector
de banco en rendir cuentas ante la Justicia. La gente ya no se fía de los bancos.
La palabra "Bankia" ha sido este año la segunda más buscada en Google
en territorio español. No parece que sea por su fiabilidad. En 2010 Rato posaba
tocando la campana de su salida a bolsa, mientras levantaba el pulgar hacia
arriba. La nueva entidad era todo músculo: en 2011 declaraban unos beneficios
de 305 millones de euros. Al poco tiempo se destapó que el agujero era de unos
2.978 millones de euros. Rato dejó la entidad, y esta semana declaró como imputado,
el último de los 33 implicados en el proceso.
Cuando uno tenía
los ahorros en Caixa Carlet podía ver a pocos metros de su casa las inversiones
de la entidad en su pueblo. Ahora las mismas personas miran con recelo su libreta
de color marrón, y si dirigen la mirada hacia el televisor podrán ver al que hasta
hace poco fuera su máximo dirigente, Rodrigo Rato, saliendo de su declaraciónante
el juez como imputado. Bankia se comió a Bancaja, que antes se había comido a
Caixa Carlet. Las cajas ayudaban a la gente y dieron beneficio
"social" a sus vecinos (que pregunten si no a los músicos,
estudiantes o agricultores locales, por poner un ejemplo). En el caso de este
banco, que ha propiciado el mayor rescate bancario de la historia de España,
los únicos beneficiados parecen haber sido sus exdirigentes. Por eso la
cartilla de ahorros que antes fue blanca y después azul, es ahora de color marrón.
Victor Rey, sesiondecontrol.com
Victor Rey, sesiondecontrol.com
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